Acompañamos a mi prima al hospital, para ver si
encontrábamos algún caso más sobre las drogas y conocimos a un joven, el cual
prefirió no dar datos personales. Este chico, vamos a ponerle el nombre Mario,
fue diagnosticado con VIH hace unos meses y actualmente la está combatiendo en
el hospital. Todo esto se originó ya que él consumía la droga llamada “Heroína”:
Decidimos hacerle las siguientes preguntas:
¿Qué
sentías después de consumir esta droga?
Sentía un lagrimeo,
sudoración abundante, escalofríos, temblores, se me ponía la piel de gallina,
tenía diarrea, náuseas, vómitos y dolores articulares.
¿Qué fue lo peor que hiciste con tal de conseguir esta droga?
La verdad ya ni lo recuerdo,
estaba en un cuadro de desesperación, en el cual ni siquiera recordaba como la
conseguía. Solo sé que aparecía echado en mi cuarto y aliviado, pues ya me
había metido mi dosis diaria. Sentía que no era yo, sino que dependía de ella.
¿Te arrepientes de haber consumido la Heroína?
¿Tú que crees? Estoy aquí en
un hospital esperando y aferrándome a la idea de que puedo curarme aun sabiendo
que eso no va a pasar, mas no sufro solo yo, sino mis padres y amigos. Creo
que, si hubiera sido más fuerte, tal vez
hubiera vencido esta adicción que tenía.
Al terminar esta entrevista pudimos ver que la
droga al empezar como algo inofensivo, se va volviendo cada vez algo en lo que
te vuelve dependiente de ella hasta que llega el momento en donde pierdes el
control y como resultado obtienes una enfermedad riesgosa como la de este joven.
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