Clasificación
Las drogas
han sido clasificadas según múltiples sistemas de categorización, predominando,
en la actualidad, las clasificaciones en función de sus efectos farmacológicos.
Entre los diferentes tipos de clasificación empleados a lo largo del tiempo,
destacan los siguientes:
Clasificación según su estado legal
Las drogas
pueden clasificarse en función de las restricciones legales establecidas en
cada estado particular respecto al consumo, producción y venta de las
diferentes sustancias.
Así, en la
mayor parte de los países occidentales las
drogas se clasifican según la normativa legal, del siguiente modo:
·
Drogas o sustancias lícitas: se ocupan libremente de acuerdo a los deseos de cada consumidor. Por
ejemplo, las bebidas alcohólicas y
el tabaco.
·
Drogas que se utilizan
principalmente como medicamento:
generalmente estas se obtienen mediante prescripción médica.
En Occidente, su uso va ligado al tratamiento de trastornos
del ánimo, trastornos del sueño,
enfermedades dolorosas o con el fin de lograr mayor
lucidez o concentración (nootrópicos). Por ejemplo, los psicofármacos, estimulantes menores y la metadona.
·
Drogas o sustancias
ilícitas: varían de acuerdo a la legislación de cada país.
Son aquellas cuyo comercio se considera ilegal, como los derivados cannabis, la heroína y la cocaína. Existen convenciones internacionales que han establecido como prohibido el uso no
médico de opiáceos, cannabis, alucinógenos, cocaína y muchos otros estimulantes, al igual que de los hipnóticos y sedantes. Además, los países o jurisdicciones
locales han añadido sus propias sustancias prohibidas como por ejemplo bebidas alcohólicas o inhalantes.
Clasificación farmacológica
Las sustancias psicoactivas, en el ámbito
farmacológico, pueden ser clasificadas ateniendo a sus efectos sobre el sistema nervioso
central y el cerebro.
Drogas depresoras
Una droga depresora es aquella que ralentiza
la actividad del sistema nervioso central. Tienen la capacidad de ralentizar o
dificultar la memoria,
disminuir la presión sanguínea, analgesia, producir somnolencia, ralentizar el pulso cardíaco, actuar como anticonvulsivo, producir depresión
respiratoria, coma, o la muerte.
Este
grupo se subdivide a su vez en varios grupos: antihistamínicos, antipsicóticos, disociativos, GABAnérgicos, glicinérgicos, narcóticos y simpatológicos.
Drogas opioides
Los opioides son las drogas que se unen
a receptores opioides situados
principalmente en el sistema nervioso central y en el tracto gastrointestinal.
Hay tres grandes clases de sustancias opiáceas: alcaloides del opio, como morfina y codeína; opiáceos semi-sintéticos, tales
como heroína y oxicodona; y opioides completamente
sintéticos, tales como petidina y metadona, que tienen una estructura no
relacionada con los alcaloides del opio.
Drogas estimulantes
Una droga estimulante es aquella que produce
mejoras temporales de la actividad neurológica o física. Pueden producir
además síntomas adicionales como incremento de la alerta, productividad,
incremento de la presión sanguínea, aceleración del pulso sanguíneo, mejora
del equilibrio, hiperalgesia, euforia, disminución del apetito o el sueño, convulsiones, manía o la muerte.
Este
grupo se subdivide a su vez en subgrupos: adamantanos, alquilaminas,
arilciclohexilaminas, benzodiazepinas, colinérgicos, convulsivos,
eugeroicos, oxazolinas, feniletilaminas, piperazinas, piperidinas, pirrolidinas y tropanos.
Drogas alucinógenas
Una droga alucinógena es aquella droga que
produce cambios en la percepción, consciencia, emoción o ambos.
Este
grupo se divide a su vez en otros tres:
·
Psicodélicos: producen una alteración en la cognición y la percepción. Las experiencias suelen asociarse a la meditación,
el yoga, el trance o el sueño. Los psicodélicos suelen agruparse en lisergamidas (destaca
el LSD), feniletilaminas, piperazina, triptaminas y otros.
·
Disociativos: producen un bloqueo de las señales de la mente
consciente hacia otras partes del cerebro produciendo alucinaciones, privación
sensorial, disociación y trance. Pueden producir también sedación, depresión
respiratoria, analgesia, anestesia o ataxia, así como pérdida de las facultades mentales y la
memoria. Se dividen en adamantanos, arilciclohexilaminas y
morfinanos.
·
Delirantes: producen delirios, a diferencia de los alucinógenos psicodélicos y
disociativos en el que se mantiene cierto estado de consciencia. Se
dividen en anticolinérgicos, antihistamínicos y GABA-agonistas.
Clasificación según
su uso médico
Las
drogas que se utilizan como fármacos se clasifican según el objetivo con el que
se utilicen o la patología que combatan.
Drogas analgésicas
Las
drogas analgésicas o
analgésicos son aquellas drogas que reducen o inhiben el dolor.
Los
analgésicos se dividen en: opioides, pirazolonas, cannabinoides, anilinas y antiinflamatorios
no esteroideos.
Los
analgésicos utilizados para tratar el dolor dependerán de la intensidad y
características propias del dolor. Para dolores leves suelen utilizarse
los AINEs que además de tratar el dolor y
reducen la fiebre, y en grandes dosis, tienen efectos antiinflamatorios. No
obstante, este tipo de sustancias tienen un techo analgésico bajo, el cual no
puede ser traspasado ni en mayores dosis ni en combinación con otras drogas del
mismo tipo. No tienen un potencial de dependencia física elevado, por lo que su
venta es libre en la mayoría de países. Para el alivio de dolores de intensidad
moderada se utilizan opioides débiles, de
distribución no libre, como el tramadol, la codeína o la hidrocodona. Para dolores de intensidad fuerte
se utilizan opioides fuertes como la morfina, la hidromorfona, la metadona, el fentanilo, etc. Estas sustancias no tienen
techo analgésico, existiendo solamente un techo toxicológico.
Drogas anestésicas
Una droga anestésica es aquella que
produce anestesia generalizada o local. Puede
producir además molestias de garganta, náuseas o vómitos, mareos, cefaleas o
muerte.
Este
grupo se divide en subgrupos: etéreos, haloalcanos, opioides y esteroides neuroactivos; inyectables o
inhalables.
Drogas sedantes-hipnóticas
Una
droga sedante-hipnóticas o soporíficas son
aquellas cuya primera función es la inducción al sueño. Pueden producir, según qué tipo de
sedantes-hipnóticos, insomnio, ansiedad, confusión, desorientación, depresión
respiratoria, pérdida de equilibrio,
disminución del juicio, o muerte.
Este
grupo se subdivide a su vez en subgrupos: GABA-agonistas, H1 agonistas-inversos, α1 adrenérgicos
antagonistas, α2 adrenérgicos
antagonistas, agonistas melatoníticos y antagonistas orexiníticos.
Drogas antidepresivas
Una
droga antidepresiva es aquella que produce un alivio en los síntomas de
la depresión, la distimia, ansiedad; y en general todos los trastornos
del estado de ánimo y la fobia social.
Este
grupo se subdivide en: Inhibidores
de la recaptación selectiva, potenciadores de la recaptación
selectiva, agentes de la liberación selectiva, antagonistas de los receptores,
inhibidores de la recaptación, antidepresivos bicíclicos, antidepresivos
tricíclicos, antidepresivos tetracíclicos, antidepresivos heterocíclicos, inhibidores
de la monoaminooxidasa, agonistas de los receptores 5-HT1A.
Drogas antiparkinsonianas
Las
drogas antiparkinsonianas son aquellas drogas que tratan los síntomas de
la enfermedad de
Parkinson. Producen efectos adversos como hipotensión, arritmias, náuseas, pérdida del cabello, ansiedad, alucinaciones, somnolencia, problemas
respiratorios, desorientación, confusión y psicosis.
Estas
drogas se dividen en dos grupos: dopaminérgicos y anticolinérgicos.
Drogas antipsicóticas
Una
droga antipsicótica es aquella que produce un alivio en los síntomas de
la psicosis. Pueden producir ganancia de
peso, agranulocitosis, discinesia, acatisia, distonía, párkinson, hipotensión, taquicardia, letargia, pesadillas, hiperprolactinemia o disfunción eréctil.
Este
grupo se divide en subgrupos: benzamidas, butirofenonas,
difenilbutilpiperidinas, fenotiazinas, tioxantinas, tricíclicos,
piperidinas de benzisoxazola, piperazinas de benzotiazoles y otros menos
comunes.
Drogas ansiolíticas
Una droga ansiolítica es aquella utilizada
para el tratamiento de la ansiedad y sus
desórdenes. Son considerados tranquilizantes menores. Pueden producir
taquicardia, pesadillas o pérdida de la consciencia.
Este
grupo se divide en:receptores GABAA, agonistas de los receptores 5-HT1A, antagonistas de la histamina (antihistamínico), antagonistas de
la liberación de la corticotropina, antagonistas de la taquicinina, antagonistas de la melanina, etc.
Drogas anoréxicas
Las drogas
anoréxicas o antiobésicas son aquellas que suprimen o reducen
el apetito. Suelen utilizarse para reducir peso.
Este
tipo de drogas se dividen en estimulantes y anticannabinoides. La mayoría de estimulantes
suprimen el apetito, y de hecho, la droga más consumida del mundo, el café,43 es un potente supresor del hambre.44 Los cannabinoides tienen la capacidad de
estimular los receptores cannabinoides CB1 y CB2,
que incrementan el apetito. Aquellas sustancias antagonistas y agonistas inversas de estos receptores
producirían el efecto contrario, esto es, la disminución o la supresión el
apetito, como sucede con el Rimonabant o el Surinabant. No obstante, el consumo excesivo
de THC produce el efecto contrario al de un consumo moderado, ya que en un
consumo normal la activación de los receptores cannabinoides CB1 se
produce a nivel de las neuronas excitadoras glutamatérgicas mientras que un consumo
mayor produciría la estimulación de los receptores cannabinoides CB1 en
las neuronas inhibidoras GABAérgicas del
estriado ventral.45
Drogas euforizantes
Una
droga euforizante es aquella que induce a sentimientos de euforia. Los efectos pueden incluir
relajación, control del estrés, felicidad o placer; ya que pueden actuar sobre
los centros de placer del cerebro. El ámbito de
acción de estas drogas es generalizado encontrándose en varios tipos de drogas
psicotrópicas.
Drogas
nootrópicas
El cannabis afecta casi todos los sistemas corporales.
En él se combinan muchas de las propiedades del alcohol, los tranquilizantes, los opiáceos y los alucinógenos.46
Las
drogas nootrópicas (del griego noús ‘mente’ y trópos ‘movimiento’)
o smart drugs (‘drogas inteligentes’ en inglés) son aquellas que incrementan las
funciones mentales, como la cognición, la memoria, la atención, o aumentan la motivación o la concentración. Son
referidos generalmente como psicoestimulantes. Este grupo incluye los simpaticomiméticos,
las xantinas, los eugeroicos,
los antagonistas de la H3,
los agonistas inversos de GABAA, los agonistas de la dopamina D1, los agonistas de la nicotina α7, los inhibidores de la
prolil endopeptidasa, los agonistas α-adrenérgicos y
los antioxidantes, entre
otros.